29 de noviembre de 2007

El constante expolio al que se nos somete a los catalanes

Jordi Pujol un día señaló a "Madrid" y montó un negocio: el oasis catalán. Vivió de esas rentas más de dos décadas y, ahora, sus herederos siguen vigilando que el dedo apunte a su sitio, no sea que se descubra el engaño. Los nacionalistas catalanistas suelen decir que los catalanes estamos sometidos a un expolio fiscal constante y, limitándonos a esas palabras, podríamos decir que es cierto. Lo que ocurre es que mienten al señalar a los ladrones: son ellos mismos.
Y es que podemos encontrar ejemplos del expolio comparando cifras como la subvención de 1.119.000 € en 2006 a la Plataforma Pro-Seleccions Esportives Catalanes y el 1.238.538 € para obras hidráulicas, o el hecho de que los medios de comunicación públicos catalanes tiene un presupuesto de importe consolidado de 504.052.000 € (4 veces más que los medios públicos de la Comunidad de Madrid) mientras que el Servei Català de Salut dispone de una partida presupuestaria de 205.992.500 € de inversión real.

Luego Montilla emula a Pujol yendo a Madrid a hablar de la desafección de "Cataluña con España", como si Cataluña fuese una señora y España otra que se pelean en la cola del supermercado.

Tras esta breve exposición parece quedar claro que necesitamos independizarnos, pero del nacionalismo. Hoy en lugar de construir feudos hay que construir una Unión Europea política que supere a la simple Unión Europea de mercado.

(Extraído del articulo de Sergio Sanz en criterio.es)

21 de noviembre de 2007

El ciudadano roto - El divorcio de la sociedad con la política es ya una dura realidad

Que la sociedad y la política siguen caminos diferentes hace tiempo que se sabe: basta ver los altos niveles de abstención para medir el desencantos; pero la situación actual es diferente, se ha perdido la esperanza, la fe.

Hoy los usuarios de Cercanías dejan ver la cruda realidad: bajan del tren y suben al autocar con la cabeza baja, resignados y es que se sienten indefensos, abandonados, sin fuerzas, sin esperanza. No hay manifestaciones, ni gritos en las calles, ni SMS volando de móvil a móvil...quizás porque saben que la principal preocupación de los políticos tradicionales es buscar de qué pueden culpar a los demás para ganar las próximas elecciones.

Cercanías... la Sentencia del 11-M... el “reparto” del Tribunal Constitucional... no son armas arrojadizas, son serios problemas que afectan a la credibilidad del País entero y deberían tratarse como tales, pero los políticos sólo ven su propio ombligo, carecen de altura de miras, ignoran lo que es el Sentido de Estado y se dedican a perpetuarse en el poder a base de decir que los demás tienen la culpa de todo.

Pues bien, el sufrido ciudadano ya no puede más, es como una goma elástica estirada al máximo: un pequeño tirón más la rompería.

Afortunadamente en democracia tenemos una gran fuerza: el voto. Usémoslo. Busquemos información real, valoremos a cada uno por sus hechos, y votemos en consecuencia.
Recordemos que “cada pueblo tiene el gobierno que se merece”

Miguel-Angel Ibáñez Giner