El 14 de diciembre es San Nicasio, patrón de
invierno de Gavà.
La tradición de los panecillos de San Nicasio se
remonta a mediados del siglo XVII, cuando los barceloneses, huyendo de la peste,
se refugiaban en los pueblos de los alrededores con el consiguiente riesgo de
extender la enfermedad.
Gavà era una de estas poblaciones donde, para
socorrer a los refugiados, se confeccionaban panecillos a los que se añadía matafalúa,
panecillos que después de cocidos eran bendecidos por el cura antes de ser
repartidos a razón de dos por persona.
Como los gavanenses invocaron a San Nicasio para
que les librase de la peste, al extinguirse la epidemia, `pidieron al obispado
que nombrase a San Nicasio como segundo patrón de Gavà.(el primero es San Pedro).
Desde entonces, cada 14 de diciembre en la parroquia
de San Nicasio de Gavà, al acabarse la misa en honor del santo, dos panecillos por persona que, según manda
la tradición, se deben guardar durante todo el año y comerse únicamente si se
cae enfermo, invocando al santo para que nos devuelva la salud.
Si la peste volviese hoy en día y se invocase a algún santo para que nos librase de ella, a buen seguro que una vez desaparecida la epidemia, nos olvidaríamos de las promesas hechas en tiempo de necesidad. Caso parecido es el de casi todos los políticos: mientras necesitan los votos nos llenan de promesas, pero una vez pasadas las elecciones, se olvidan de casi todas.
Qué bueno sería tener un par de panecillos para utilizarlos
cuando los políticos a los que se ha votado olvidan las promesas hechas… claro
que con casi todos los partidos políticos con dos panecillos no tendríamos ni
para empezar.