6 de agosto de 2016

CATXIT

En la campaña del referéndum sobre la salida o continuación del Reino Unido dentro de la Unión Europea hemos visto pregonar a los partidarios del Brexit las innegables ventajas de ser "independientes" y así poder decidir ellos solos su futuro, que, por supuesto, sería mucho mejor que dentro de la UE.

Tras el escrutinio del referéndum que concluye con el deseo de Inglaterra de abandonar la UE, empezamos a ver qué muchos de los acérrimos defensores de la salida de Europa para ser "dueños de su destino" abandonaban la primera línea igual que un capitán cobarde abandona el barco al ver que zozobra.

El refranero es muy sabio y creo que el de "No es lo mismo predicar que dar trigo" viene al pelo en esta situación: una cosa es predicar en un mitin las bondades de las ideas propias y otra muy diferente postularse para tomar las riendas de un país cuando se sabe cuánto hay de humo en las ideas y promesas utilizadas en campaña.

Cuando llega el momento de la verdad se necesita creer para aceptar los retos... y queda claro que muchos de los personajes de primera línea favorables al Brexit no creían en lo que decían y han repudiado el reto de liderar la nueva etapa que ellos mismos han propiciado, sabedores o bien del desastre que se avecinaba o bien de las graves dificultades que esperan durante los próximos años a la población del Reino Unido.

Llegado este punto pienso en Cataluña y en el Catxit que desde el independentismo se pretende respecto de España y sinceramente creo que sucedería algo muy similar a la actual situación de Inglaterra: Tras la decisión vendría la reflexión y la cruda realidad de que las promesas se revelarían como falsas: no se continuaría en la UE, se saldría del euro y de la protección del sistema bancario europeo, no habría reconocimiento internacional.... Se acercaría un panorama de devaluación monetaria y huida de empresas con el consiguiente incremento del paro, la imposibilidad de continuar con el actual sistema pensiones y de subsidio de desempleo, etc..

Creo que el Catxit también tendría como consecuencia que algunos de los líderes independentistas acogiéndose a que ellos ya han liderado el "
procés" y que ahora son otros los que deben construir ese nuevo país, se retirarían para evitar que se les señalase como responsables de la nueva situación económico-social que se produciría.

Por eso aquí que aún estamos a tiempo debemos volver al orden lógico que es primero  la reflexión y después la decisión, para evitar ese casi inmediato arrepentimiento que se ha producido en Inglaterra y también para aprender que en las cuestiones fundamentales todos debemos participar y no dejar nuestro destino en manos de los que sí van a votar.