Tras las elecciones del 20
de diciembre del 2015 Ciudadanos C’s fue capaz, desde la centralidad, de atraer
al PSOE de Pedro Sánchez, a la sazón designado por el Rey para formar gobierno,
con quien suscribió un pacto de 150 puntos para mejorar nuestra democracia y nuestro
sistema social; El PP con Mariano Rajoy al frente impidió esa posibilidad.
Después de las nuevas
elecciones del 26 de junio de este año y tras el encargo del Rey a Mariano
Rajoy para intentar formar gobierno, nuevamente Ciudadanos con Albert Rivera al
frente, consiguió, sin renunciar a su centralidad, un acuerdo de 100 puntos con
el PP para reformar actualizar y mejorar la calidad democrática y para
incrementar la labor social del gobierno central, así como para plantear y
cerrar el sistema autonómico en un momento muy especialmente delicado; en esta
ocasión fue el PSOE de Pedro Sánchez quien fausto el intento de creación de
gobierno, a pesar de que eran dos terceras partes de los acuerdos aceptados
pocas semanas antes por el PSOE.
Pienso sinceramente que
los egoísmos personalistas y de Partido hacen que tanto Mariano Rajoy como
Pedro Sánchez jueguen a seguir haciendo elecciones hasta que salga lo que ellos
quieren, es decir imitan a los nacionalistas-separatistas cuya máxima es
convocar elecciones unas tras otras hasta que salga el resultado que ellos
quieren para entonces decir que esa votación es la buena y que no hay que votar
más... Y eso me provoca vergüenza ajena.
Desde Ciudadanos
entendemos la política como un servicio al conjunto del País y de sus
habitantes, no como un servicio al Partido para conseguir el máximo de Poder;
Habrá quien diga que
somos nuevos en política y que no tenemos experiencia en temas de gobierno,
pero a ellos quiero decirles que lo que no tenemos es la piel gruesa para
permanecer indiferentes cuando se ocasionan perjuicios al conjunto de la
sociedad por puro egoísmo personal o de partido, y por eso hoy que planea sobre
los españoles el fantasma de unas terceras elecciones que se celebrarían un año
después de la primera cita electoral siento lo que ellos son incapaces de
sentir: Vergüenza, y concretamente Vergüenza Ajena.